El mejor modo de llegar a su nueva propiedad

Mientras los inmobiliarios venden propiedades, cuando usted compra una propiedad está decidiendo su futuro.
Comprar una vivienda es probablemente una de las compras de mayor envergadura y una de las decisiones más importantes que tomará en su vida.
Seguramente será también la decisión más difícil, si no cuenta con el asesoramiento apropiado.


Entonces: el mejor modo de llegar a su propiedad es acompañado por nosotros.

Llegar al nuevo hogar: un proceso del cual se puede disfrutar

Comprar una propiedad es todo un evento, máxime si es para mudar de hogar.
Sabemos que a este evento no se llega por arte de magia. Es todo un proceso en el que ponemos muchas ilusiones y mucha energía.
Parte no menor de ellas se va en transladar nuestros petates e instalarnos. Organizarse no es sencillo. Demanda tiempo, demanda dedicación, fuerza... Elementos de los cuales no solemos disponer y menos en esos momentos. Con lo cual, lo que debiera ser, en balance, un proceso vivido con regocijo, termina siendo un padecimiento.
¿Y qué hay de todo aquéllo que no queremos -o podemos- transladar con nosotros al nuevo hogar? ¿Lo regalamos? ¿Lo desechamos? Puede ser. Pero también puede que terminemos desaprovechando la oportunidad de que eso que ya no nos sirve o que ya no queremos con nosotros, tenga un valor para otro.
Una alternativa es organizar una feria americana previo a la mudanza. Ustedes dirán, sí, lo es, pero también es una actividad que demanda tiempo y esfuerzo. Lo bueno es que hay gente que puede ayudarte profesionalmente en esto. Para que el proceso de dejar tu actual casa y mudarte, te resulte más liviano.
Esa gente esta a tu disposición. Tenelo en cuenta.

Prever: función y responsabilidad primaria del asesor del comprador

Uno de los aportes más valiosos que realiza el asesor del comprador es prever.
Prever es ver antes. ¿Ver antes qué? Todo aquello que no es evidente para aquél que está por tomar una decisión de compra inmobiliaria.

Como bien dice el personaje de Saint Exupery en El Principito: "Lo esencial es invisible a los ojos". Y si esto es cierto en más de una esfera de la vida, es particular y penosamente exacto en materia inmobiliaria.

Hay multitud de ejemplos. Carteles de venta que prometen confortables unidades, con excelente vista e iluminadas con sol directo. Al poco tiempo, la unidad sigue siendo tan confortable como se la anunciaba excepto por un detalle: ha perdido su luz, la vista se ha esfumado y el sol ha pasado a ser un triste recuerdo.

A cambio, el comprador pasa a recibir la visita cotidiana de obreros de la construcción que, mientras toman mate en la obra de en frente, comparten un momento de privacidad con nosotros. Al tiempo ya nos saludan e, incluso, pueden alertarnos si la grúa que gira está a punto de estrellarse contra nuestro balcón. Es conveniente estar en buenos términos con ellos...

Este es el caso más patente y, por desgracia, más habitual, de las decepciones que un comprador mal asesorado se compra, gracias a un mal inmobiliario.

Es que hay edificios que mientras están siendo construidos o aún proyectados, ya tienen el certificado de defunción solar firmado. Y usted no lo sabe. Ni tiene por qué saberlo. Porque no es su función prever en materia inmobiliaria. En este caso, prever es función de quién lo asesora. Porque es el asesor del comprador el que tiene los conocimientos y los medios necesarios para anticiparse al futuro. Para ver la propiedad más allá de su foto presente. Para ver el futuro de la propiedad.

Y no es que el asesor del comprador sea algo así como un oráculo. El asesor del comprador es un profesional que aplica su saber para informarlo de aquéllo que lo estará perjudicando mañana aunque usted no pueda verlo hoy.

Como aquel depósito abandonado en un lote enorme, que tiene todos los números para ser vendido en breve y habilitadas todas las condiciones para que le edifiquen encima, delante de sus ojos y de su ventanal, una torre de Babel que le expropiará el sol y la vista... sol y vista por las cuales usted, de seguro, está dispuesto a pagar más. Mucho más. Sin saber, por supuesto, que pagará en vano.

El asesor del comprador tiene por responsabilidad alertarlo sobre estas cuestiones. Ponerlo en aviso de tales riesgos. Informarlo, para que usted decida mejor, lo que más le conviene. Para que no se enfrente, incauto y solo, a la oscuridad de haber sido engañado.

Ningún asesor inmobiliario tradicional evitará esto, a menos que, en sus ansias por vender la propiedad y cobrar pronto su comisión, termine jugándole una mala pasada al vendedor y acercándole al comprador información que termine resultando perjudicial para la otra parte que representa.

Este es un juego de deslealtades que ningún asesor inmobiliario serio y honesto estaría dispuesto a jugar. Lamentablemente, seriedad y honestidad no abundan tanto como abundan inmobiliarias.

Agentes de ventas y asesores de compradores

Cuando los profesionales inmobiliarios representan a ambas partes, actúan como agente de ventas: eso los lleva a estar más cerca del vendedor que del comprador.
A diferencia de un agente de ventas, el asesor del comprador, SIEMPRE:

Promueve y protege sus intereses.
A diferencia de las inmobiliarias tradicionales, el agente del comprador no se limita a asesorarlo respecto de las propiedades que tiene en su cartera de venta. No trabaja para vendedores, sino para el comprador.
Le señala razones por las cuales es conveniente no comprar y por las cuáles sí.
Le proporciona información que mejora su posición para negociar.
Lo asiste en presentar la oferta que más le conviene.
Mantiene sus datos financieros confidenciales.
Lo asiste en negocia el mejor precio y los mejores términos del contrato.

Asesores de compradores: nuestro servicio

Búsqueda y prospección de inmuebles: si no tiene tiempo, nosotros buscamos, visitamos, evaluamos y filtramos las propiedades por usted(sea de particular o de agencia) y le acercamos la información para que, con nuestro asesoramiento, usted decida mejor y más seguro.

Lo hacemos considerando siempre sus preferencias y requerimientos.

Visita a inmuebles: si usted ya ha efectuado una búsqueda y no puede decidirse entre propiedades, nosotros la visitamos con o sin usted para ofrecerle nuestra opinión profesional sobre la propiedad y su entorno.

Verificación urbanística y asesoramiento dominial: una vez elegida la propiedad, para evitar errores de compra.

Negociación y cierre: también procuramos obtener las mejores condiciones de compra por usted, a través de un minucioso análisis de la propiedad y comparativo del mercado para que compre a precio.

Grupo Plaza Dorrego

Siete razones para elegir contar con un asesor de comprador

¿Está cansado de mirar el diario y no encontrar la propiedad que busca?
¿Le falta tiempo para embarcarse en la búsqueda de su nueva propiedad?
¿Las inmobiliarias no logran interpretar lo que usted necesita?
¿Perdió la cuenta de todas las propiedades que ya ha visto y ninguna responde a sus necesidades o no logra decidirse?
¿No conoce la zona a la que quiere mudarse y teme errar en la elección de su nueva propiedad?
¿No tiene idea de qué es lo que debe mirar para elegir mejor?
¿Se siente inseguro respecto del asesoramiento que está recibiendo?

Si usted no está dispuesto a seguir aplicando tiempo y energía de modo inconducente y está decidido a no equivocarse en la elección de su nueva propiedad, cuenta con nosotros.

¿Un asesoramiento exclusivo para compradores?

En toda compraventa cada una de las partes tiene intereses contrapuestos.
Por lógica, comprador y vendedor necesitan ser representados por un profesional que defienda los intereses de su cliente del mejor modo posible.
Cuando se representa a ambas partes surge el conflicto de intereses. Veamos: para asesorar al vendedor en la fijación del precio de su propiedad o en la conveniencia de aceptar o no una oferta, el profesional inmobiliario debe estar al tanto de su motivación, necesidad y urgencia en vender la propiedad. Esto, en principio, es información confidencial. Pero, a la vez, es información que resultaría extremadamente útil para el comprador ¿Cómo puede un profesional defender intereses contrapuestos y asesorar éticamente a comprador y vendedor, conociendo las debilidades de ambas partes?
No puede.
Alguien siempre sale perdiendo . Y paradojalmente, aunque lo que sobra son vendedores, el que suele salir perdiendo es el comprador.

Este panorama, tan familiar para nuestro mercado, no lo es en otras partes del mundo.
En mercados más evolucionados, la representación simultánea de vendedor y comprador ha dejado de ser la regla para volverse una excepción.
Sólo si ambas partes lo acuerdan, expresamente y por escrito, comprador y vendedor pueden compartir el mismo agente.
En este caso, el profesional inmobiliario deja de actuar como asesor y no puede efectuar recomendaciones a ninguna de las partes. Debe limitarse a un rol verificador de la viabilidad y legalidad de la operatoria.

No más compradores solos y mal asesorados

Llegar a su nueva propiedad es comparable con llegar a la tierra prometida. Es llegar al hogar.
Pero el camino es arduo: suele estar plagado de ansiedades, temores, desconocimiento y… soledad.
Si bien, en nuestro sistema, los inmobiliarios afirman representar a ambas partes de la operatoria, en la práctica las gestiones del inmobiliario giran en torno del que vende.
Hay un supuesto detrás de esto: las inmobiliarias consideran que el que compra llega solo y por lo general, necesitado. Lo triste es que así continúa hasta que la operación se concreta. Luego vienen los problemas y las decepciones.
No hay razones por las que el sistema deba funcionar así.
No hay razones por las cuales un proceso que usted podría disfrutar se transforme en un padecimiento.
De hecho, en otros lugares del mundo, las cosas son muy diferentes.
Nosotros estamos dispuestos a cambiar esto: no más compradores solos, insatisfechos y mal asesorados.