El mejor modo de llegar a su nueva propiedad

Mientras los inmobiliarios venden propiedades, cuando usted compra una propiedad está decidiendo su futuro.
Comprar una vivienda es probablemente una de las compras de mayor envergadura y una de las decisiones más importantes que tomará en su vida.
Seguramente será también la decisión más difícil, si no cuenta con el asesoramiento apropiado.


Entonces: el mejor modo de llegar a su propiedad es acompañado por nosotros.

Prever: función y responsabilidad primaria del asesor del comprador

Uno de los aportes más valiosos que realiza el asesor del comprador es prever.
Prever es ver antes. ¿Ver antes qué? Todo aquello que no es evidente para aquél que está por tomar una decisión de compra inmobiliaria.

Como bien dice el personaje de Saint Exupery en El Principito: "Lo esencial es invisible a los ojos". Y si esto es cierto en más de una esfera de la vida, es particular y penosamente exacto en materia inmobiliaria.

Hay multitud de ejemplos. Carteles de venta que prometen confortables unidades, con excelente vista e iluminadas con sol directo. Al poco tiempo, la unidad sigue siendo tan confortable como se la anunciaba excepto por un detalle: ha perdido su luz, la vista se ha esfumado y el sol ha pasado a ser un triste recuerdo.

A cambio, el comprador pasa a recibir la visita cotidiana de obreros de la construcción que, mientras toman mate en la obra de en frente, comparten un momento de privacidad con nosotros. Al tiempo ya nos saludan e, incluso, pueden alertarnos si la grúa que gira está a punto de estrellarse contra nuestro balcón. Es conveniente estar en buenos términos con ellos...

Este es el caso más patente y, por desgracia, más habitual, de las decepciones que un comprador mal asesorado se compra, gracias a un mal inmobiliario.

Es que hay edificios que mientras están siendo construidos o aún proyectados, ya tienen el certificado de defunción solar firmado. Y usted no lo sabe. Ni tiene por qué saberlo. Porque no es su función prever en materia inmobiliaria. En este caso, prever es función de quién lo asesora. Porque es el asesor del comprador el que tiene los conocimientos y los medios necesarios para anticiparse al futuro. Para ver la propiedad más allá de su foto presente. Para ver el futuro de la propiedad.

Y no es que el asesor del comprador sea algo así como un oráculo. El asesor del comprador es un profesional que aplica su saber para informarlo de aquéllo que lo estará perjudicando mañana aunque usted no pueda verlo hoy.

Como aquel depósito abandonado en un lote enorme, que tiene todos los números para ser vendido en breve y habilitadas todas las condiciones para que le edifiquen encima, delante de sus ojos y de su ventanal, una torre de Babel que le expropiará el sol y la vista... sol y vista por las cuales usted, de seguro, está dispuesto a pagar más. Mucho más. Sin saber, por supuesto, que pagará en vano.

El asesor del comprador tiene por responsabilidad alertarlo sobre estas cuestiones. Ponerlo en aviso de tales riesgos. Informarlo, para que usted decida mejor, lo que más le conviene. Para que no se enfrente, incauto y solo, a la oscuridad de haber sido engañado.

Ningún asesor inmobiliario tradicional evitará esto, a menos que, en sus ansias por vender la propiedad y cobrar pronto su comisión, termine jugándole una mala pasada al vendedor y acercándole al comprador información que termine resultando perjudicial para la otra parte que representa.

Este es un juego de deslealtades que ningún asesor inmobiliario serio y honesto estaría dispuesto a jugar. Lamentablemente, seriedad y honestidad no abundan tanto como abundan inmobiliarias.

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